En la noche del 1 de junio de 2014, nuestra pastora, Vanessa Torres, nos predicó un mensaje poderoso.

«El sueño nos trae ilusiones. Verás cosas que no son; cosas irreales». . . «Seamos prudentes, mantengamos nuestra lámpara encendida. Cristo viene pronto . . . Dios nos exhorta a ser sobrios y pendientes; porque falta poco. Con mis ojos veré al Rey», expresó la pastora. Aun cuando pensemos que no podemos, o que no tenemos la capacidad: «¿Era Gedeón esforzado y valiente? . . . Dios ve el potencial en nosotros», indicó la pastora.

Dios nos exhorta a ser sobrios y pendientes; porque falta poco. Con mis ojos veré al Rey

No desperdiciemos nuestro tiempo, no divaguemos en el letargo del sueño. Ciertamente hay mucho que hacer, y poco tiempo para disponer de ello. «Nuestra vida es como la flor del campo, hoy es y mañana no es», prorrumpió la pastora. «Yo prefiero predicar el Evangelio que ser vicepresidenta de una multinacional; porque el Evangelio puede cambiar al mundo», sentenció nuevamente.

Vidas vinieron a los pies del Señor, y fueron rescatadas de las garras del pecado. Con broche de oro, concluimos el culto en oración por nuestros hermanos que la desearan. Nuestra pastora descendió del púlpito y ministró por las vidas, junto con la Junta de Gobierno de nuestra iglesia. La presencia del Señor estuvo formidamblemente haciendo la obra, y restaurando vidas.

 

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