En el culto nocturno del domingo 9 de marzo de 2014, nuestra pastora, Iris N. Torres, continuó la temática de la conquista de Jericó.

La pastora comenzó su sermón afirmando que: «Los muros se cayeron. Israel no recibió daño, tal como Jehová lo prometió.» Luego, continuó explicando el milagro de la caída de los muros: «Por seis días el pueblo marchó en silencio. El caminar causó que la vibración debilitara el fundamento de los muros. Al séptimo día, las vibraciones generadas por el gritar del pueblo y por sus pasos constantes, ocasionaron la caída de los muros.»  «Aunque degraden los bonos y la gente se siga yendo hacia Estados Unidos, cuando Dios promete algo, aunque la tierra tiemble, nada impide el cumplimiento de su promesa», comentó.

¿Qué pasó en el corazón de Acán?: miedo. En lugar de ser honesto con Josué, confió más en su prudencia que en obedecer al Señor. Acán no confió en que Jehová es Jireh y en que sabe lo que nos hace falta. «El peligro de mi necesidad no puesta a los pies de Cristo es que mi emoción me engaña y puedo, fácilmente, entrar en desobediencia», explicó la pastora. La misma afirmó que Acán estaba pasando por una crisis; que era necesario que creyera y confiara en la promesa. «Cuando llegue el día de tu recompensa, no habrá diablo que se interponga. Esto no se trata de quien corra más rápido, sino de que cuando el Señor venga, nos encuentre haciendo el bien», aseguró.

Acán se olvidó de que Dios había dicho «No». «Dios no es culpable de nuestras malas decisiones. Son estas decisiones las que han traído malas consecuencias a nuestra vida.  Acán tomó lo que no debía y Jehová lo vio; de la misma manera que nos ve a nosotros haciendo lo incorrecto» afirmó la pastora.

[quote align=»center» color=»#07853E»]No hagas nada sin contar con la aprobación de Dios. Josué se sobre confió y fracasó…[/quote]

La pastora continuó explicando que Josué dio por hecha la victoria en Hai; estaba seguro de que ocurriría lo mismo que en Jericó. «No hagas nada sin contar con la aprobación de Dios. Josué se sobre confió y fracasó» continuó.  Josué regresó lamentándose y Dios le ordenó que actuara rápidamente y que buscara el pecado en el pueblo; y Josué lo encontró.  «El pecado fue de todos porque eran un solo cuerpo y un solo equipo», afirmó la pastora.

Josué se levantó y llegó a casa de Acán. Este último reconoció su pecado, pero tarde. El pecado de uno acarreó consecuencias para toda su familia. «Es momento de establecer normas y parámetros en tu casa y de no ser cómplice del pecado», exhortó la pastora. ¿Qué ocurrió? Todo el pueblo tomó a Acán y a toda su familia y terminaron con el pecado.

¿Qué pasó con Josué y Hai?…

[quote align=»center» color=»#07853E»]Mi Casa es Casa de Todos…[/quote]