El Pastor Javier Negrón expuso una extraordinaria palabra a la Sociedad de Jóvenes Luces de Sión basada en Salmos 133.» El Salmo 133 es un cántico de alabanza y gozo por la unión que hay entre aquellos que decimos que amamos a los hermanos», dijo el Pastor. «En el lugar donde se experimenta la unión del espíritu, el gozo se tiene que manifestar y la presencia del Señor reafirma la unidad en El», explicó el predicador.

La unidad es algo que obliga a la gente que está mirando a que haga una pausa y se deleite.

Dios no quiere que todos pensemos igual, pero eso no es razón para que nos mantengamos distantes. La unidad es como un perfume fragante cuando se ungía al sacerdote. «El aroma que tenía el aceite con el que se ungía al sacerdote, lo disfrutaba este y aquellos que estaban cerca», dijo Negrón. Donde hay verdadera armonía y unidad en el espíritu, ya no se habla de «yo» ni de «nosotros».

Cuando hablamos mal de un hermano, evidenciamos lo crítica que esta nuestra relación con el Padre Celestial.

Cuando no amamos a nuestro hermano, no hemos conocido al Padre. «¿Quieres evidenciar cuanto conoces a Dios? Pruébate esta semana y preocupate por tu hermano», dijo el Pastor. Donde hay unidad, hay bendición garantizada porque la unidad es garantía de despertamiento.

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