La noche del viernes 5 de septiembre, el Señor salió a nuestro encuentro. Fue una noche especial en la que algunos jóvenes testificaron, dando la razón de por qué han dedicado su vida al Señor. Además de esto, contamos con la compañía del Grupo de Adoración de la Iglesia Discípulos de Cristo, quienes llevaron la Palabra del Señor a través de los cánticos.

La Sociedad de Jóvenes pudo experimentar cómo la mano de Dios obra a favor de aquellos que le aman. Pese a la situación que estemos viviendo, el Señor es nuestra paz; aunque nuestros padres nos abandonen, con todo Él nos recoge y aunque la ciencia diagnostique una enfermedad terminal, su palabra nos dice que por las llagas de Jesús fuimos curados. Finalmente, nos unimos todos en oración para declarar vida y salvación sobre nuestro país y el mundo.

¡Cuán extraordinario es escuchar a los jóvenes de nuestra iglesia contarle al mundo sobre las maravillas que hace el Señor! Toda gloria sea para Él.

Acompáñanos todos los viernes a partir de las 7:30 pm en el primer piso de nuestra iglesia. ¡No te arrepentirás!

Mi casa, es la casa de todos

 


 

 

Escrito por: Kevin Colón