En medio de un mover de Dios poderoso donde los que tienen sed de Dios fueron ministrados y reconocieron que necesitan de Dios para poder seguir hacia adelante y lograr todos los planes que Dios reservó para ellos, dió comienzo nuestro Culto al Altísimo nocturno del domingo 31 de agosto.

 “…la Iglesia eres tú y soy yo…”

 «El tiempo se nos está terminando, el reloj de Dios va a prisa y los únicos que pueden detener la avanzada del infierno es la Iglesia. La noche se aproxima y solo la Iglesia puede detener la agenda del infierno; y la Iglesia eres tú y soy yo», comenzó expresando la pastora Iris N. Torres. Ante el embate del infierno, la Iglesia se ha dejado vencer por el temor y la crisis económica y se les olvida que el perfecto amor echa fuera todo temor. El perfecto amor es Cristo y en Él no hay miedo. «Esta mal llamada Iglesia se ha rendido ante la crisis y su canto, en lugar de ser un cántico de victoria, se ha convertido en uno de lamento. Pero, te pregunto: ‘¿quién es esta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, resplandeciente como el sol?, esta es la iglesia de Dios, no hay más ninguna’; esta es la verdadera iglesia, la que no se ha rendido ante el miedo y ante la crisis. ¿Qué iglesia eres? La crisis es necesaria para crecer y es necesario que pases por el fuego para sacar la verdadera iglesia, es por esto que Dios NO siempre te librará de la crisis’, continuó.

 “¿Filadelfia o Laodisea?”

«¿Qué iglesia eres tú? ¿Laodisea o Filadelfia? ¿La fría, tibia o caliente?», preguntó la pastora. «Aquellos que se han rendido ante el miedo, aquella que solo piensa en el lamento o en lloro, se ha olvidado que Dios tiene la última palabra, se olvidan del Dios que se denomina a sí mismo Elohim, El Shaddai, Elion, Rafa, Jireh», continuó. «La Odisea es la iglesia tibia, la que tiene un pie en el mundo y otro en la iglesia, la que ha traído el mundo a los altares y se les olvida que la verdadera estrategia es ‘la ruta que tiene Dios para Puerto Rico’. Laodisea ha construido una bifurcación en el camino, ha construido uno paralelo para aparentar que Dios está cuando no está. Están tan enfocados en la obra, que se olvidan del Dios de la obra. Las estrategias son necesarias y las estructuras son determinantes, pero sin Dios de nada vale. Laodisea ha cavado cisternas rotas que no retienen agua, ha levantado altares para honrar a otros dioses en lugar de honrar al Dios de la Iglesia», explicó.

¿Qué Iglesia eres tú?

 Por otro lado está la iglesia Filadelfia, la que ha guardado la verdad; esta es la iglesia pura; la que no teme; la que no ha vendido el mensaje; la que es atacada; la señalada; la Iglesia cuyo estandarte es el ayuno, la oración y la palabra; la que entiende que tiene el mandato de ir y predicar el evangelio. Filadelfia es la iglesia vertical; es la iglesia que va al cielo. «La iglesia verdadera es la que tiene que retomar la casa, la familia, la comunidad, la ciudad y el país. Hemos estado encerrados mucho tiempo, hemos permitido que el miedo nos amedrente. Ponte de pie y toma lo que Dios te entregó», expresó la pastora.

 “El tiempo se acaba y Dios convoca a su pueblo”

 Humíllate delante de Dios, clama a Dios porque es la voz de la Iglesia la que Dios quiere escuchar, es la voz de la Iglesia la que mueve el trono de Dios. “’Si mi pueblo se humillara y orara y se arrepintieran de sus malos caminos, Yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra’. Esto nos da identidad y nos indica que formamos parte de un cuerpo que pertenece a Él. Filadelfia es la Iglesia que no le cuestiona a Dios su soberanía, la que es sufrida y dice ‘Jehová dio, Jehová quitó; sea el nombre de Dios bendito para siempre. ¿Recibiremos el bien de Dios y no el mal?’ ésta es la iglesia Filadelfia», explicó.

 «El tiempo se acaba y Dios convoca a su pueblo. ¿Quién es pueblo de Dios? Filadelfia llegará al lado Norte del Capitolio a orar y decirle al diablo que esta Tierra le pertenece a Cristo. Irá al gran día de Clamor a Dios a pedirle a Dios que tenga misericordia de esta tierra», terminó expresando la pastora.

Mi casa, ES la CASA de TODOS