Salmo 27:1-4

En el culto nocturno del 13 de julio de 2014, la pastora Iris N. Torres expuso la Palabra de Dios.

Aquellos que buscamos a Dios, anhelamos la protección de Dios. «Hay un secreto guardado por aquellos que buscan el rostro de Dios. ¿Cómo alguien puede estar seguro cuando los enemigos se levantan contra ti y no ves a Dios por ningún lado? El secreto es el siguiente: solo alguien que esté seguro de la protección de Dios es capaz de enfrentar al enemigo y decirle: ‘contra todo plan tuyo, Jehová está conmigo'», comenzó explicando la pastora. «Aun en la sala de espera de un hospital, aunque estés en el quirófano, mientras conduces el auto y te estás quedando dormido, es la mano de Dios que te cuida y te guarda, porque no hay otro que lo haga más que Dios», continuó.

Ningún enemigo, ninguna situación te debe robar la confianza de tu Señor; ni siquiera los malvados. No le temas a las amenazas del diablo, porque él anda COMO león rugiente, pero el único león de la tribu de Judá, es CRISTO. «¿Cuál es tu respuesta cuando enfrentas situaciones que te causan temor? ¿Cuán rápido reenfocas tu mente y entiendes que el que se levanta contra ti, lo hace contra Dios? Solo te tocará aquello que Dios permita que te toque; y todo lo que tengamos que vivir es para nuestro bien», exclamó la pastora. Dios anhela que tengas una relación personal con Él. «¿Hoy leíste la Biblia? ¿Comes todos los días? ¿Cómo puedes ser hijo de Dios sin leer la Biblia? ¿Estás pendiente a otras cosas y no visitas las páginas de la Biblia? Tu vida será transformada con la sabiduría de la palabra de Dios», explicó.

Para poder disfrutar de la seguridad de Dios, debes someterte a Él.

Todos los días debes levantarte con el anhelo de buscar a tu Señor. “’Señor, quiero que estés conmigo todos los días de mi vida’; esa debe de ser tu oración todos los días en la mañana», exhortó la pastora. Aquel que anhela a Dios siente placer en su presencia. «Dios te protegerá de cualquier daño, Dios protegerá tu alma, tu casa, tu guarida desde ahora y para siempre. Si Dios está, lo tienes todo; no temas, confía», continuó.

Para poder disfrutar de la seguridad de Dios, debes someterte a Él. «Tienes que morir a tu voluntad. No será lo que quieres, sino lo que Dios quiere. El que tiene la última palabra es Dios», explicó Iris Nanette. «Si tuvieses que darle lo más que amas a Dios, lo más que aprecias, lo más que anhelas, ¿se lo darías?», preguntó. Someterse a Dios es conocerlo, entregarle todo. «Cuando Dios tiene algo contigo, aun por encima de ti lo va a cumplir. Nada es más grande que Cristo, pero tienes que morir a tu yo», finalizó.

“Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás vendrá por añadidura” (Mateo 6:33)

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