Hechos 1: 1-8

«Al ser humano le ha dado con probar si Dios es real o no; si hay vida en Marte o no. Insisten en que descendemos de un ancestro común. Insisten en que Dios tiene muchos nombres, en que su cuerpo fue robado y que por eso la tumba está vacía», comenzó la pastora Iris N. Torres Padilla en el culto nocturno del domingo 18 de mayo de 2014. Sin embargo, el texto bíblico establece que :

1. Cristo es Dios – no solo negativo caminando por Jerusalén, sino que es el hijo de Dios.

2. Que la tumba está vacía – El historiador Josefo lo confirma; aunque no porque la Palabra de Dios necesite ser confirmada. Aquella piedra pesaba mucho, estaba marcada con el sello de Roma y era custodiada por soldados. Humanamente, no había forma de que la piedra se moviera de manera súbita.

La humanidad tenía que saber que Aquel no era un simple carpintero. Aquel verbo se hizo carne y tomó vida. Debían saber que a los suyos vino, y aunque no les recibieron, a los que lo hicimos nos fue dada la potestad de ser llamados hijos de Dios.

«Todo tiene su tiempo; hay tiempo para sembrar y arrancar, pero este es el de sembrar, de creer. Por más que Satanás trate de detener el alumbramiento de tu sueño, no lo va a hacer. En la agenda de Dios está tu bendición y sanidad, y no hay Diablo que lo detenga. Tú y yo le servimos a un Dios que es el mejor médico que existe» continuó la pastora.

Surgió el alba de un nuevo tiempo, no solo para Jesús, sino para toda la humanidad. Al llegar el tiempo de redención y justificación, la piedra fue removida. Dicha piedra fue removida como testimonio, porque Cristo podía resucitar con todo y piedra.

Hubo un total de 400 testigos que vieron a Cristo resucitado. Entre ellos los discípulos. Cuando se les apareció, Cristo entró a través de la puerta, no por ella. Llegó el tiempo de despertar, de dejar de esconderse, de soñar, de hacer lo que se tiene que hacer; todo llevándose a cabo con la presencia del Espíritu Santo. «No los dejaré huérfanos», fueron sus palabras. «Él nunca te deja; prometió que enviaría al Consolador, a aquel Espíritu que te guía a toda verdad y justicia. Esta iglesia cree en el poder del Espíritu Santo; la tercera persona de la Trinidad. Creemos que Cristo salva, sana, bautiza, restaura y viene otra vez», afirmó la pastora.

Él te reviste de poder; de cambio, de restauración. Él es el mismo que cambia todas tus adicciones por una Biblia; que brinda ese poder que te instruye, ese poder que es como un río de agua viva que sale del vientre hacia afuera; este poder que no es solo para los pastores y evangelistas sino también para ti.

¿Qué paso en el día de Pentecostés? Se habían quedado 120 de 500 y el lugar donde estaban tembló. De repente, entró un viento recio a la casa donde estaban sentados, y les fueron repartidas lenguas de fuego y hablaban en otras lenguas. «La cuna de la Iglesia es la experiencia de Pentecostés, es la llenura del Espíritu Santo. Dile a Dios que quieres sentir ríos de agua viva, pídele que te llene, que te revista de poder, que te haga sentir su espíritu», culminó .

Y tú, ¿estás lleno? Es con el poder de Dios que todo cambiará. Con el poder de Dios, todo es posible.

Mi casa, es la casa de TODOS